Kirk Fletcher en Bluescazorla'08. Foto de J. Martín Camacho.

23 sept 2011

ALL YOUR LOVE. Del amor y el amor.

[necesarias desde aquí las disculpas por el tiempo transcurrido sin publicar nada;
imperiosa la denuncia a Orange por intentar hacerse con mi adsl a lo somorgujo.
Con esto, todo dicho]

Toda una generación huérfana; todo un mundo por descubrir y ser descubierto. Todo lo que no será nunca descubierto, inventado. Otra víctima joven, otro talento masacrado a punto de despegar. Dos discos en un año: West Side Soul (Delmark, 1967) y Black  Magic (Delmark, 1968) y un concierto que le abriría las puertas del ámbito nacional y negociar con el prestigioso sello Stark: 1969, Ann Arbor Blues Festival, mostró a Muddy Waters, Howlin' Wolf, Mississippi Fred McDowell, Otis Rush, B.B. King, Lightning Hopkins y tantos otros a los pies de un joven de 32 años llamado Magic Sam. Ese mismo año moriría.
Samuel Gene "Magic Sam" Maghett
Grenada, Mississippi 14/II/1937 - Chicago, Illinois 1/XII/1969

Había nacido en el Mississippi en el 1937, en el momento histórico justo para llegar a Chicago y empaparse del apogeo de la electrificación de la guitarras por parte de Muddy Waters. Era 1950, Magic Sam con trece años ya dominaba la guitarra. 
Pronto lleva la música del Delta, flanqueada por el estilo de Waters y B. B. King, a su propia banda Good Rockin' Sam. Llama la atención de Willie Dixon, lo cual significa que las puertas se abren; y si no fueron las de Chess, sí las de Cobra, donde con 20 años graba este All your love ("Todo tu amor"). Se convierte en su canción franquicia gracias un riff machacón que reproducirá, con algún que otro cambio, en Easy babe o Everything is gonna be alright. Lo que quizá no sepan es que ya estaba insinuado en el tema de Ray Charles, Lonely Avenue ("Avenida Solitaria", 1956 Atlantic):


Pero volvamos a All your love, aquí en su versión del disco West Side Soul: 
All your love, baby, can it be mine. (x2)
I hate to be the one,
the one love you left behind.
Todo tu amor, nena, puede ser mío.
Odio ser el único,
el único amor al que dejas atrás.
All your love, baby, don't put around. (x2)
Love is the one thing, baby,
you won't find on the ground.
Todo tu amor, nena, no me rodees (x2).
El amor es lo único, nena,
que no encontrarás tirado por el suelo.
All your love, I've got to have one day. (x2)
Don't you leave me, baby,
please, come back this way.
Todo tu amor, algún día tendré que tenerlo. (x2)
No me dejes, nena,
por favor, vuelve aquí.

El ritmo incesante, repetitivo, de zumbido de abejorro en siesta de campo, no puede ir mejor con la idea rondando la cabeza, con la obsesión que no para. Con el anhelo de la posesión, la idealización del sentimiento, la certeza de la consecución.

Todo esto estaba en Magic Sam, aquél que huyó del ejército sin importarle el deshonor de su licenciamiento ni el tiempo en el calabozo (¿el rockabilly de 21 days in jail?). Todo en Magic Sam cuando llegó tarde al Festival de Ann Arbor -suerte que Charlie Musselwhite salió por él- sólo con su bajista y reclutando a Sam Lay como batería. Todo en Magic Sam que no paró de dejar bocas abiertas. 

Magic Sam, vértice de la tríada del Chicago eléctrico post Muddy Waters junto a Buddy Guy y Otis Rush. ¿Hasta dónde habría llegado de no haberse ido a los 32 años?