Para mi brother in arms, que un día tuvo una armónica.
A John Lee Williamson lo asesinaron un día como hoy (1 de junio cuando escribo) de hace sesenta y tres años. Diecisiete agujeros en la cabeza con un picahielos cuando regresaba a casa de una actuación en The Plantation Club, en la zona sur de Chicago. Parecía más el ensañamiento de un marido engañado que el acto desesperado de un ladrón. Nunca se dio con el asesino ni se esclareció el caso.
John Lee Curtis, Sonny Boy, Williamson,
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Con tan sólo treinta y cuatro años moría el hombre que más hizo -y que más podría haber hecho- por la evolución de un instrumento musical en el blues. Pocas veces parece tan acertado un reconocimiento como el que le daban como el padre de la armónica de blues moderna.
Pero para tener tan pronto reconocimiento había que tener un precoz temperamento y Williamson lo poseía. Y decisión. A los dieciséis años ya había abandonado su Jackson natal para recorrer la carretera que le llevaría a St. Louis y, después, a Chicago. Esta precocidad le daría el apodo de Sonny Boy, que compartiría con Rice Miller, Sonny Boy Williamson II (para diferenciarlo) -aunque no de buena gana: cuentan que lo estuvo buscando durante un tiempo con una pistola en el bolsillo para esclarecer quién debía quedarse con el apodo-. John Lee Sonny Boy Williamson I era precoz, sí; pero también amante de juergas y demasiado irascible.
Precocidad, tenacidad y temperamento. Estas tres cualidades hicieron que ya desde los veinte años, cuando tocaba por la ineludible Maxwell St. de Chicago, empezase a dar categoría a la armónica, que pasó de ser un instrumento de acompañamiento a avanzar hasta la primera fila y convertirse en la parte principal que llamaba y respondía a la voz del músico. Todos los armónicas posteriores se dedicaron a reinterpretar el modelo que Williamson había desarrollado y registrado en los ciento veinte temas grabados para Bluebird desde 1937.
Su muerte truncó la evolución del instrumento hasta un sonido más urbano como el que se desarrolló en el Chicago de la década de los cincuenta. Sin embargo había sembrado la semilla que, años más tarde, cosecharían sus dos alumnos más aventajados: Little Walter y Junior Wells culminarían su tarea. En ese aspecto, fueron escuchadas las que dicen fueron sus últimas palabras: Lord, have mercy on me (Señor, ten piedad de mí).
Para ilustrar este paso de testigo de Sonny Boy Williamson a Junior Wells traigo aquí Hoodoo hoodoo (Vudú). La grabación del 6/VIII/1946, acompañada por el magnífico piano de Blind John Davis (casi tiene más protagonismo que la armónica de Williamson, que aparece sobre todo en los estribillos), es reinterpretada en 1965 como Hoodoo man blues para el disco homónimo (Delmark, 1965) por Junior Wells, con una presencia más importante de la armónica, sí, pero con un acompañamiento de su casi inseparable Buddy Guy a la guitarra.
Primero, la versión original (cuidado con el vídeo, porque hay dos fallos: la primera foto no corresponde al disco en que se encuentra la canción: ya se ha dicho que se grabó en el 46; segundo, la segunda foto muestra a Sonny Boy Williamson II, no al I: ¡cuidado con la pistola!):
Know, I wonder what’s the matter with the times.
It seemed like everything have changed.
It seems like this woman that I have loving have,
Have found some other man. I hold up my hands,
I’m just trying to get my baby understand.
See if my baby don’t love me no more,
Or because somebody have hoodooed, the hoodoo man.
Well, now, and I’m going down in Louisiana
And buy me another mojo hand,
All because I’ve got to break up my baby
From loving this other man. Now I hold up my hands.
I’m just trying to make my baby understand.
‘Cause my baby don’t love me no more,
she said, “Somebody have hoodeed the hoodoo man”
I used to have a way with womens,
Make plenty money and everything.
But my woman don’t love me no more;
She said, “somebody have hoodooed the hoodoo man.” Now I just hold up my hands.
I’m just trying to get my baby to understand,
‘Cause my baby don’t love me no more,
she said, “Somebody have hoodeed the hoodoo man”
Well, now, and goodbye, baby;
Someday I’ll see you soon.
I’ve got something to tell you, baby:
“Somebody else can have your room.” And I hold up my hands.
I’m just trying to get my baby to understand.
Yes, my baby don’t love me no more;
She said “somebody have hoodooed the hoodoo man”.
Bien, adios, nena;
algún día, pronto, te veré.
Tengo algo que decirte, nena:
"Puede tener otro tu dormitorio". Levanto mis manos al cielo.
Intento que mi mujer entre en razón.
Sí, mi mujer ya no me quiere,
me dijo: "Alguien me ha hecho vudú, el hombre vudú".
Ahora, la de Junior Wells:
+
Lord, I wonder what's the matter, I'm crying all the time
The minutes seem like hours, everything's the same
But I'm holding my hand, Lord I'm trying to make you understand
Lord, you know everybody they tell me, Junior, somebody have hoodooed the hoodoo man
I buzzed your bell this morning, elevator running slow
I buzzed your bell this morning, take me up to your third floor.
But I'm holding my hand, Lord I'm trying to make you understand
Lord, you know, they tell me baby, somebody hoodooed the hoodoo man
I've said this time, woman, ain't gonna tell you no more
The next time I tell you after, I'm gonna let you go
But I'm holding my hand, Lord I'm trying to make you understand.
Lord, you know everybody they tell me, Junior, somebody have hoodooed the hoodoo man
Señor, me dicen que alguien ha hecho vudú a mi mujer, el hombre vudú.Le dije, esta vez, nena, no te lo voy a decir más,
la próxima vez que te lo diga, te voy a dejar ir.
Pero levanto las manos al cielo, Señor, intento que lo entiendas.
Señor, me dicen: "Junior, alguien ha hecho vudú, el hombre vudú.
Quizás no podían admitir que las mujeres podían dejarles por otro hombre. Que podían dejarles sin más. No, ha de ser cosa de magia vudú, han de comprarse bolsitas llenas de amuletos para contrarrestar su efecto (el poder del mojo, que tan presente está en el blues y del cual hablaremos en otra ocasión); hay que bajar a la tierra del vudú por excelencia, a Louisiana (sobre todo New Orleans)... sólo para comprobar que no sirve para nada. Quizás haya que hacer demasiadas cosas, o quizá sólo dejarla ir.
Buenas noches, que logren descansar.
Buenas noches, que logren descansar.
4 comentarios:
Buenísima entrada!! Siempre he sentido curiosidad por adentrarme en el mundo de la armónica blues. Ya que mencionas Maxwell St en Chicago, recuerdo que cuando estuve allí casi todos los garitos de blues que visité tenían un armonicista entre sus integrantes. Lo cual me llevo a pensar que la evolución del instrumento estuvo íntimamente ligada a la Windy City...
Sin duda el primer gran armonicista de la historia. Una lástima que no viviera lo suficiente para ver su legado en los grandes maestros, desde Little Walter a Junior Wells pasando por otros como Billy Boy Arnold, que siendo adolescente recibió algunas lecciones del propio Williamson.
Felicitaciones por el magnífico post!
Amigo Manu, claro que la armónica está ligada a la ciudad del viento (no podía ser de otra forma si pensamos en cómo se toca...); sobre todo por cuestiones cronológicas: cuando se empezó a desarrollar como instrumento solista (y aquí el amigo Williamson es protagonista), el eje cardinal del blues se había trasladado al norte y allí proliferaron los grandes maestros de la armónica....
¡Chicago, dulce hogar, Chicago!
¡Ah! Y enhorabuena por "Sattelite yourself" (¡qué maravilla para el oído y la vista!).
Besos a Sara.
Efectivamente, amigo Lewis. Y sí, faltó mencionar a el tercero de los grandes aprendices: Billy Boy Arnold.
¡Qué pena de una vida tan corta! ¿Cómo habrían sido las grabaciones de Williamson si hubiese vivido, por ejemplo, en la década de los sesenta? ¿Cómo habrían sido sus reuniones con Wells, Walter o el propio Arnold?
¡Gracias, por tus felicitaciones!
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