Kirk Fletcher en Bluescazorla'08. Foto de J. Martín Camacho.

15 jun 2011

MY BABE (feat. JUKE). De una armónica y un micrófono.

Marion Jacobs, Little Walter
Marksville, Louisiana 1/V/1930 - Chicago, Illinois 15/II/1968.

Un sencillo gesto: la mano que anida la armónica aferra también un micrófono. Sólo eso. Un único cambio y la transformación del instrumento culminó. Pero hacía falta llevarlo a cabo y Little Walter lo hizo. Le dio así un sonido amplificado a la armónica y la igualó al sonido del saxo en el jazz. No en vano, muchos le comparaban con Charlie Parker por su capacidad de innovación y sus improvisaciones y quizá de ahí venga la leyenda según la cual Little Walter, no pudiendo comprarse un saxo por falta de dinero, intentó sacarle a la armónica un sonido parecido. El caso es que  terminó la revolución de la armónica y llevó su técnica a límites insospechados anteriormente, lo cual le ha valido ser el único intérprete de este instrumento que está en el Salón de la Fama del R'n'Roll y en lograr un número uno en las listas de R&B con una canción instrumental. Pongamos sonido a esta entrada precisamente con ese tema, Juke (12/V/1952, Checker Records), con Muddy Waters y Jimmy Rogers a las guitarras:


Sonny Boy, Junior y Little. Tres apodos para tres armónicas que no sólo tuvieron en común su precocidad: Little Walter, que ya tocaba a los ocho años con los discos de Blind Lemon Jefferson de fondo, a partir de los doce vivió como golfillo callejero entre New Orleans, Helena, Arkansas o Saint Louis, eran tan excéntrico en su manera de tocar como en la de comportarse, amén de desconfiado, irascible, bebedor, incluso incendiario. Su muerte, de trombosis coronaria tras ser golpeado con una barra de plomo en la cabeza en una reyerta, pone marca de la casa a su personalidad.
Pero su característica principal fue el virtuosismo. A su llegada a Chicago con quince años ya era respetado en la apelotonada fila de músicos que uno junto a otro tocaban en Maxwell Street, la calle donde los emigrantes del sur se apiñaban para pasar el poco tiempo que tenían libre y gastar el poco dinero que ganaban (enormes las dos cantidades, no obstante, si se comparan con las que ganaban en el sur); las palabras de David "Honeyboy" Edwards ilustran a la perfección el ambiente con el que se familiarizó bien pronto Little Walter:
(En Chicago) En aquél tiempo todas las fábricas de acero estaban abiertas. Había mucha gente. La gente del Sur iba a todas partes para conseguir un trabajo. Eso estaba bien después de la guerra. Todos los corrales de ganado estaban abiertos, y los mataderos, todo eso funcionaba y la gente trabajaba. Como la gente no tenía dónde quedarse, lo que hacía era alquilar una habitación. A veces dormían en la misma cama dos o tres tipos. Yo me iba a trabajar, y entonces la propietaria cambiaba las sábanas para que durmiese otro turno, Cuando llegaba el siguiente turno, les levantaba y volvía a cambiar las sábanas. Pero cuando llegaban del trabajo no se iban directamente a la cama. Salían a desayunar o a comprar bebidas y paseaban por las calles escuchándonos tocar blues. El viernes, el sábado y el domingo, todo el mundo que vivía en las afueras de la ciudad venía al centro, a Maxwell Street. Había tanta gente que no se podía andar por las calles. Tenías que andar de lado. 
Su entrada en la banda de Muddy Waters confirmó su solvencia como músico y el trampolín al éxito: tras mucha insistencia convenció a Leonard Chess para grabar un tema suyo al inicio de una sesión de Waters; Chess no del todo convencido de la respuesta comercial que pudiera tener un blues instrumental de armónica cedió la grabación a su subsidiaria Checker Records. Su intuición falló: Juke estaría durante ocho semanas en el número uno (primer instrumental en alcanzarlo) y se convirtió en el mayor éxito hasta la época del sello. Con ella se inició una década de continuos éxitos para Little Walter, que se desvinculó de las actuaciones con Muddy Waters (no así de las grabaciones) y cambió su lugar con Junior Wells al frente de The Aces mientras éste hacía lo propio con la banda de Waters.

Escuchemos ahora otro de sus nº 1, My babe, compuesta por Willie Dixon (25/I/1955):

My baby don't stand no cheatin', my babe
 (x2)
Oh, yes, she don't stand no cheatin',
she don't stand that midnight creepin'

My babe, is a true little baby, my babe


Mi chica no soporta no engañarme, mi chica.
Sí, ella no soporta no engañarme, no soporta ese sigilo a medianoche.
Mi chica, es una chiquita fiel, mi chica.
My baby, I know she love me, my babe
 (x2)
Oh, yes, I know she love me,
she don't do nothin' but kiss and hug me

 My babe, is a true little baby, my babe


Mi chica, sé que me ama, mi chica,
sí, sé que me ama, ella no hace más que besarme y abrazarme.
Mi chica es una chiquita fiel, mi chica.
My baby don't stand no teasin', my babe
 (x2)
Oh, no, she don't stand no teasin',
everything she do, she does so pleasin'

My babe, is a true little baby, my babe


Mi chica no soporta no burlarse, mi chica.
No, ella no soporta no burlarse, todo lo que hace lo hace tan agradable.
Mi chica, es una chiquita fiel, mi chica.
My baby don't stand no foolin', my babe
 (x2)
Oh, yes, she don't stand no foolin',
when she's hot there ain't no coolin'

My babe, is a true little baby, my babe
Mi chica no soporta no tontear, mi chica.
Sí, ella no soporta no tontear, cuando está calentita no hay nada que la enfríe.
Mi chica, es una chiquita fiel, mi chica.

Elvis Presley en 1969 le daría más contoneo y menos sigilo a esta chiquita:

Sobre Little Walter:
- Blues with a feeling. The Little Walter Story, Tony Glover, Scott Dirks & Ward Gaines.

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